lunes, 11 de abril de 2011

EN EL COLE SÍ Y EN CASA NO


Suele ocurrir a veces que los padres comentan que los niños en el cole hacen determinadas cosas que en casa no hacen. La lista puede ser larga pero valgan como ejemplos los siguientes: “en el cole come fruta y en casa no”; “en el cole recoge y en casa deja todo tirado”; “en el cole se está quieto y en casa no hay quien le pare” etc. En los padres puede generar desconcierto, frustración o sentimiento de que el niño les toma el pelo, están perdiendo autoridad o no se hacen con la criatura. Se pueden sentir culpables y pensar que están haciendo algo mal.

Si no hay otros indicadores de alarma, la cosa probablemente no sea grave. Si nos ponemos a pensar en nosotros mismos, no será difícil llegar a la conclusión de que los adultos también nos comportamos de forma diferente en casa y en el trabajo. Por ejemplo, a nuestra pareja le hablamos de manera diferente a como hablaríamos a un compañero; un alimento que no nos agrada y en casa no cocinamos nos lo comeremos sin dudar si es nuestro jefe quien nos invita a comer.

Sé que muchas veces es frustrante sentir que con un desconocido se portan aparentemente mejor que con sus propios padres y además suele ser frecuente tener que escuchar opiniones ajenas sobre por qué ocurre eso (“se te está yendo de las manos”, “le faltan límites”, “si eso lo hace con 3 qué hará con 13” etc.) Sin embargo, y aunque parezca algo paradójico, hay que tomárselo como una buena señal pues constituye un indicador de que entre el hijo y los padres existe un buen vínculo. Cuando un niño se siente seguro e incondicionalmente amado, sabe que puede “relajarse”, mostrarse tal y como es o remolonear ante algo que no le apetece (como hacemos casi todos). En el cole, el temor a perder el afecto de la profe o a ser castigado, hace que sienta que tiene que “dar la talla” y portarse bien. Es un signo de que el niño diferencia entre su papá y su mamá y el resto de los adultos: manifiesta confianza en sus papás porque sabe que le amarán siempre, se porte bien o mal, cosa que no ocurre con la profe. Este vínculo y esta relación de apego con los padres constituye el cimiento de una personalidad sana y equilibrada y es muy importante para el desarrollo de su autoestima y la confianza en sí mismo.

En cuanto a cómo hacer para que en casa también coma fruta, recoja sus cosas y no haga trastadas es necesario darle tiempo para madurar y tener paciencia. También pueden ser útiles algunas estrategias prácticas para lograr su colaboración sin más desgastes de los necesarios.  Pero de eso hablaremos otro día.

2 comentarios:

  1. Me resulta interesante la comparación que haces de la distinta conducta que tenemos los adultos fuera y dentro de nuestra casa para entender mejor a nuestros hijos. La verdad es que hay veces que siento que a los niños les sobrecargamos con exigencias que los adultos ni de cerca cumplimos...
    Un beso y espero con ansiedad las pautas que sugieres al final del post. Sigue escribiendo, que aquí siempre hay más mirones que escribanos. Besos
    Carolina

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  2. Mi hija en el cole es muy buenecita, siempre hace lo que le dice la profe etc. y en casa su palabra favorita es NO (y ¡qué aburrimiento!). La verdad es que me pone de los nervios porque realmente pienso que la profe lo sabe hacer bien y yo no. Me ha servido tu post para reflexionar sobre si a mi hija le puede pasar eso que dices, que conmigo se siente libre para ser como ella es y en el cole tiene que "hacerse valer".

    Gracias, Belén

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